martes, 23 de marzo de 2010

Cicala Mvta - Ghost Circus (2009)






Maravilla de orquesta y maravilla de obra. Cicala Mvta (pronúnciese “Chicala muta”) es un proyecto fundado en 1994 por el eximio clarinetista (aunque toca también otros instrumentos) Wataru Okhuna. Participa de este proyecto otro monstruito conocido nuestro: Tatsuya Yoshida.

Observen primero el arte de tapa: estos tipos se preocupan por hacer bella TODA la obra, creo que hasta la etiqueta con el precio debe ser elegante.

¿Qué toca Cicala Mvta? El estilo se basa en un tipo de música que surgió a partir de la occidentalización que sufrió Japón durante la Era Meiji (s. XIX, primeras décadas del s. XX), que fue particularmente acentuada (no podía ser de otra manera si quería tener éxito) en el ejército. Así fue que las orquestas del Ejército Imperial Japonés comenzaron a tocar música occidental con instrumentos occidentales, lo que se empezó a considerar como “música culta”.

Ocurrió entonces que en los barrios populares surgieron bandas de música callejera que imitaban este sonido y sus instrumentos. Normalmente eran muy modestas y tocaban por encargo para animar inauguraciones de comercios y ferias. A este estilo se lo llamó “Ching Dong” (que es el título del primer álbum de Cicala Mvta). La música Ching Dong se consideraba una imitación ingenua y basta, con el desarrollo posterior del Japón poco faltó para que fuera olvidada.

Pero Wataru Okhuna demostró olfato estético al rescatar esta música. Reconocerán que el “sonido Cicala” recuerda mucho al de una banda circense o militar (que no curiosamente se parecen mucho). Pero los japos siempre van más allá: Wataru Okhuna percibió que este fenómeno no era exclusivo del Japón sino que otras muchas músicas populares del mundo compartían historias parecidas. Así que sobre esta base montó muchas otras texturas: klezmer, balcánica, turca, otros estilos japoneses como el rítmico de Okinawa, free jazz y más que mi ignorancia me impide reconocer. El resultado es... imposible de clasificar: todos los estilos están tan diestramente ensamblados que forman un nuevo sonido, el “sonido Cicala Mvta”, un regalo para el tímpano.

Este álbum es un ejemplo. No se esperen aquí golpes de efecto guau, ni volteretas extravagantes explícitas: todas las canciones “parecen” fáciles al oído, reconocibles, familiares. Y esto es porque son adivinen qué: agradables. Pero escuchando con atención uno realmente no descifra el género... o descifra demasiados, ya que hay de todo; algunas cosas suenan un poco arabescas, hay floreos jazzeros y también muy discretos toques electrónicos, algunos pocos coros operísticos al estilo Yoshida pero más sutiles que de costumbre (quizás si este álbum puede mejorar sería ofreciendo un poquito más de estas vocalizaciones, ya que es fundamentalmente instrumental); hay ritmos de vals y texturas latinas... qué sé yo, hay cualquier cosa, miren. Es de una compleja y elegante simplicidad, es bastante misterioso, es algo melancólico, y no le falta ese indispensable humor musical que lo hace único y personal.

Recomiendo escucharlo tranquilo, eso sí. No me parece que sea para el aparatito minúsculo que mete la música en la cabeza luchando contra el ruido del subte; así creo que no se apreciará demasiado. Yo lo escucho en casa mientras juego al ajedrez.

Hay también dos intervenciones que los hacen queribles además de admirables: uno de los temas es del chileno Sergio Ortega: The United People Will Never Be Defeated, vamos, que esto es decir en inglés que El Pueblo Unido Jamás Será Vencido; esta versión conserva los aires latinos del original traducidos al “lenguaje Cicala Mvta”.

Y luego claro: The Right to Live in Peace, preciosa versión jazzera-valsesca del bello tema que debemos a nuestro tan querido Victor Jara: El Derecho de Vivir en Paz, con el que además de romperme la cabeza con su talento conquistaron mi corazón. Leamos el comentario del amigo Wataru en su web:

On one hand I wanted to send the message of this song (and those of The Song of the Birds and The United People Will Never Be Defeated) to this idiotic and lukewarm time. While on the other hand, I feel it suffices just playing this simple and beautiful melody. It has a capacity for a long flight.

También hay una explicación respecto del nombre del grupo, que curiosamente es italiano:

It derives from the inscription on the epitaph of Soeda Azembo(1872~1944) ; a legendary street singer.

“ A CICALA-MVTA CHE CANTAVA E LA SVA MOGLIE CHE L' AMAVA ”
(The mute cicada that sang and his wife who loved him)

This is from the epitaph for Soeda Azembo (mute cicada) the greatest street singer-song-writer of popular music in Japan, before the 1920's --- the beginning of the days of mass culture. In those days the street-singers used to sing and sell the songbook on the street. And the incredible point is that before radio broadcast and SP records, his comical and sarcastic songs often became a mega-hit in the whole country. Also he is known to create the first modern protest song in the movement of the early socialists in Japan. His pen-name derives from the ironic humor that the "mute cicada" loudly sang ! But it was not humorous , that after the mid 1920's, the hard oppression of the militant totalitarism and the development of mass culture industry got him really mute.


En la web oficial del grupo van a encontrar además reseñas e informaciones más que interesantes.

En resumen: es un álbum delicioso. Lo muy recomiendo.

Y ya sé que no hay un mango, que seguramente no se consigue en Argentina y que importarlo debe sonar utópico para el bolsillo argento promedio. Pero para algunos que pueden sería una elección inteligente conservar el mismo teléfono celular de siempre, prescindir de las variopintas porquerías que comienzan con “i”, y gastar esa guita en los tres CD´s que sacó esta banda (y el cuarto que está por salir), de los que aseguro se disfruta cada nota.

01. Ghost Hymn Introduction
02. Pillow Walk
03. The United People Will Never Be Defeated
04. Stara Planina
05. The Sleep-Walker's Escape
06. Dr. Caligari's Side Show
07. Heraklion
08. Song Of The Birds
09. The Beam And The Bellows
10. The Right To Live In Peace
11. Ghost Requiem
12. Bonus

Wataru Okuma (clarinet, bass clarinet, vocals),
Yoshiyuki Kawaguchi (saxophone),
Yoshiki Sakurai (guitar),
Takero Sakijima (tuba, recorder),
Tatsuya Yoshida (drums, vocals),
Keisuke Ota (violin, vocals),
Yoshiaki Sato (accordion),
Yoichiro Kita (trumpet),
Akiko Watanabe (trombone),
Miwazo Kogure (ching-dong, gorosu)

¿Dejará alguien un link en los comentarios?

5 comentarios:

Anónimo dijo...

http://www.mediafire.com/?jtgotwjzyuy

Almirante Margarito dijo...

Ah, Jack, un universo completamente desconocido, le confieso que por un momento no supe si había entrado a un blog suyo o al de algún adolescente nerd, pero eso es culpa de mi completa ignorancia sobre la materia. Voy a tratar de ir descubriendo de a poco todo esto que parece muy interesante. Saludos.

Madame Lulu dijo...

que servicio maravilloso!

Jack Celliers dijo...

AM: hay adolescentes nerd que tienen blogs geniales. De música al menos.

ML: A mí mismo.

Profesor Rodrigo Alfaro dijo...

Me sorprende darme cuenta que músicos japoneses rescaten el folclor latinoamericano, concretamente a Victor Jara. Por ahí hay un disco en vivo de Otomo Yoshihide donde versiona "Te recuerdo amanda", en una versión toalmente freejazzera. Difícil no encariñarse con un japonés que escucha a Víctor Jara, no?

Muchas gracias por este blog, Jack. Saludos desde Santiago de Chile.